El calvario de Pablo Casado
Pablo Casado ganará las próximas elecciones generales. En Génova lo dan por hecho. Las unánimes encuestas no pueden equivocarse. Lo proclaman a los gritos desde hace meses. Todos los estudios, sondeos, institutos coinciden. Salvo el ya inútil CIS. Pero habrá que esperar al 23/24. Sánchez no adelantará la cita con las urnas. Cada día que pasa en la Moncloa experimenta un orgasmo mental. No arriesgará su paraíso, su placentero presente. Cumplirá la legislatura y luego, ya se verá. ¿Gobernar el PP?. En Moncloa se tronchan. No ocurrirá tal cosa mientras Vox siga en pie. Además, se avizora ya un cómodo horizonte: el control de la pandemia, los fondos de doña Úrsula, la anestesia social (pensiones, salario mínimo...), los medios aún más sumisos.
El problema es que los contagios no cesan y los fondos no llegan. Los 9.000 millones prometidos no han entrado. Y los otros 10.000 que completarían el primer tramo comprometido por Bruselas, están a la espera de que Calviño se explique. En Italia ya han recibido los 24.900 que había demandado. De una tacada. Draghi hace las cosas bien. Aquí se chapucea.
Sánchez controla, valga el eufemismo, el Gobierno más inepto y desparejo de nuestro entorno. El único Ejecutivo europeo con comunistas en su seno. De modo que del anunciado caudal, de momento, ni rastro. Y cuando lo haga, será a ritmo lento, con soniquete de pianola averiada. El club de los austeros relincha, Bruselas revisa las cuentas........© Vozpópuli
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