La salud estrangulada
“No llames virtud, a lo que te hace perder la salud.”
“Pero el dinero, reunido gracias a un cuidado excesivo, estrangula a muchos.”
Cada día más lejos de Dinamarca. El sistema de salud pública en México languidece. Malas decisiones, doctores que se sienten divas —aunque la mayoría son verdaderos héroes— son castigados apenas alzan la voz para denunciar la falta de insumos. Médicos, enfermeras y todo el personal del sector salud merecen reconocimiento, no ser encapsulados ni invisibilizados.
La falta de material es apenas una entre miles de consecuencias derivadas de los recortes presupuestales en salud. Los estragos están por todas partes.
Los más evidentes —y dolorosos— son las muertes y el deterioro crónico de la salud. Miles de mexicanos padecen en espera de analgésicos que no llegan; cientos más jamás accederán a una cura debido al desabasto de medicamentos. No se vislumbra solución, por más que desde la Presidencia se insista en lo contrario.
Aunque el problema no estaba resuelto del todo en épocas anteriores, lo cierto es que con la llamada Cuarta Transformación en el poder, la crisis se ha agudizado. Siete años viviendo un falso dilema: combatir la corrupción (nunca del todo probada) ha servido como pretexto para justificar un desabasto que sí es generalizado. Como si una cosa estuviera peleada con la otra. Esa falsedad ha sido........
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