Adiós a las reglas
El efecto más claro con la destrucción de la autonomía e independencia del Poder Judicial Federal y de la Suprema Corte de Justicia de la Nación es el arribo de un nuevo régimen político, tránsito de una democracia imperfecta a un régimen autocrático, a una tiranía. Adelante no habrá contención al poder fundada en la constitucionalidad de los actos de autoridad y las decisiones del Poder legislativo; todo dependerá de quien o quienes detenten el poder.
No es el caso de invocar la baja participación como razón de ilegitimidad, aunque por su escandalosa expresión, no puede desdeñarse. Si hubiera habido una afluencia razonable de votantes a las urnas no cambiaría la situación. Para el caso concreto el diseño del proceso para seleccionar candidatos y elegir juzgadores representativos dio lugar a una grosera y ofensiva farsa. De cualquier manera, la elección popular no es el medio para seleccionar a juzgadores independientes, capaces e idóneos. Ningún país civilizado entrega al voto popular la selección de sus jueces porque se trata de elegir a los mejores y eso no pasa por las limitaciones de un proceso electoral, aún bajo el supuesto de que fuera........
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