Petro y el memorando de la vergüenza: una puñalada a la soberanía nacional
Colombia atraviesa una de las etapas más peligrosas de su historia reciente, no por amenazas externas, sino por decisiones internas que han comprometido la soberanía nacional, debilitado nuestra seguridad fronteriza y socavado principios fundamentales de la diplomacia como el representar los intereses de la nación. La política exterior del Sr. Gustavo Petro ha sido errática, cargada de una visión ideológica desfasada, y sobre todo, profundamente funcional a gobiernos autoritarios como el de Nicolás Maduro. El más claro ejemplo de esta peligrosa tendencia, es el memorando de entendimiento firmado recientemente con el régimen venezolano para crear la llamada “Zona de Paz, Unión y Desarrollo Binacional”.
El acuerdo, presentado con bombos y platillos, fue retratado como una apuesta por la integración, la paz fronteriza y la prosperidad regional. Pero detrás de su fachada de cooperación, se esconde un acto de entrega, una claudicación frente a un régimen que ha desplazado a más de 7 millones de personas, que ha arrasado la economía venezolana, y que ha servido de refugio a estructuras criminales que afectan directamente a Colombia. Lo que Petro celebra como un avance diplomático, es, en realidad, una cesión de legitimidad política, un debilitamiento de la soberanía nacional y una invitación tácita al caos que ya reina en buena parte de nuestra frontera noreste.
El memorando firmado establece una serie de compromisos bilaterales sin mecanismos claros de verificación, sin garantías de seguridad, y con una delimitación territorial ambigua que podría generar conflictos en el futuro. Lejos de ser un acuerdo técnico, es un gesto político con implicaciones profundas: legitimar al régimen chavista a cambio de una supuesta cooperación que no llega y probablemente nunca llegará. ¿Qué gana Colombia? La respuesta es poco positiva. ¿Qué gana Maduro? Mucho: reconocimiento, oxígeno político y la........
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