Los aranceles y el futuro incierto del T-MEC
Los últimos días las relaciones financieras internacionales se han visto sacudidas por la aplicación generalizada de aranceles por parte del gobierno de Trump. La brusca suspensión de dichos aranceles por tres meses no resuelve el problema. Ahonda la incertidumbre, acrecienta la inestabilidad en la Bolsa de Valores, y acentúa la posibilidad de una recesión mundial que agravará seriamente la falta de empleo, el desabasto y el empobrecimiento de los grupos sociales más vulnerables.
La manera como se calculó el monto de tales aranceles ha sido duramente criticado por la mayoría de economistas, así como la pertinencia de alentar una guerra comercial que perjudica a todos; sin embargo, en el caso de Mexico hay reacciones ambivalentes.
Varios analistas consideran que, comparado con otros países, México ha recibido un trato preferente e incluso podría beneficiarse de la relocalización de empresas en nuestro país. Tales opiniones obligan a ver más de cerca las posibles ventajas y grandes obstáculos ante los que se encuentra México. El factor fundamental para decidir la aplicación de aranceles es nuestra pertenencia al T-MEC. Ahora bien, el acuerdo tiene pocas posibilidades de sobrevivir en su forma actual. En principio debía ser “revisado” en 2026, pero, de hecho, aunque no se haya anunciado oficialmente, se encuentra ya en un proceso de “renegociación”. La saga de la aplicación de aranceles es sólo el preludio de lo que puede ocurrir con el T-MEC en la época de Trump 2.0.
México se encuentra ante dos grandes desafíos. Por una parte, definir cuáles son las líneas rojas en la renegociación del tratado que no puede permitir que se crucen.........
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