México, ¿paÃs de semiconductores?
El anuncio de la presidenta Claudia Sheinbaum, el 6 de febrero último, mediante Edmundo Antonio Gutiérrez DomÃnguez, coordinador del Proyecto de Semiconductores, sobre la creación de un centro de diseño de chips para 2027, ha generado optimismo sobre la aspiración de que México se convierta en una potencia de la industria.
Se habló de definir el modelo de fabricación en 2026, crear una empresa de participación pública, privada o mixta, inaugurar una fábrica de semiconductores en 2026, consolidarla en 2029, para cerrar el cÃrculo con ensamble, pruebas y empaquetamiento en 2030. Ese plan, de cumplirse, pondrÃa al paÃs en la senda de abarcar toda la cadena de valor de los semiconductores.
Sin embargo, esta visión choca con la tendencia global de especialización. La industria de los semiconductores se caracteriza por la fragmentación y la concentración al mismo tiempo: cada paÃs y cada compañÃa se enfoca en un eslabón especÃfico, pues la complejidad técnica y el volumen de inversión requieren de competencias altamente especializadas. El libro La guerra de los chips, de Chris Miller, analiza en detalle cómo la cadena se ha segmentado: diseño, fabricación, fundición, ensamble, pruebas y empaquetamiento, con cada etapa dominada por un puñado de poderosos actores.
Según la Semiconductor Industry Association (SIA), el mercado global de semiconductores alcanzó en 2023 un valor de 526 mil?900 millones de dólares. Estados Unidos concentra 50.2?% de la cuota de mercado, seguido por Corea del Sur (19.8?%), Europa (8.7?%), Japón (7.9?%), Taiwán (7.3?%) y China (6.1?%).
Estos componentes resultan vitales para múltiples sectores: comunicaciones (32?%), PC/computadoras (25?%), automotriz (17?%), industria (14?%), consumo (11?%) y gobierno (1?%). La diversificación refleja la omnipresencia de los........
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