“Se sugiere una paciente diplomacia”
Nuestro mundo está cada día más afligido por problemas que nos afectan a todos, lo que requiere de acciones concertadas e inclusivas, que nos hagan más clementes y solidarios. Realmente, a nadie se le puede negar la voz y mucho menos su implicación, a la hora de afrontar esos desafíos internacionales. Sin duda, nuestra primera tarea pasa por escuchar y considerarlo. Por otra parte, nadie tiene la verdad absoluta para conjugar una vida que nos pertenece colectivamente, lo que debe hacernos cuando menos reflexionar y entrar en acción, sin obviar el paciente trabajo de la diplomacia, que consiste en entenderse y atenderse mutuamente. La humanidad es un corazón palpitante, que demanda de cada uno de nosotros, comprensión y clemencia.
Ciertamente, entre el aluvión de dificultades, enfrentamientos y reivindicaciones contrapuestas, tenemos que buscar y rebuscar el modo y la manera de hallar el raciocinio, favoreciendo el diálogo........
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