Romance del espectáculo circense
Una sesión del Congreso
¡a dónde estamos llegando!
es de lo más parecida
al deplorable espectáculo
celebrado antiguamente
en el Gran Circo romano.
No queda la semejanza
sólo en lo parlamentario;
abundan las coincidencias
en otros aspectos varios
entre el Imperio de Roma
y actual desastre hispano.
En ambos sitios abundan
leones que devorando
lo que les ponen delante
alegran al pueblo llano
que aplaude sin enterarse
de hasta dónde es insensato.
Si las víctimas, entonces,
sobre todo, eran cristianos
hoy, a carne de cualquiera,
no le hacen el menor asco.
Devoran continuamente
en corrupción a destajo
derechos y libertades
y, sin reparar en gastos,
con el dinero de todos
están comprando el Estado
para puesto a su servicio,
así lo está manejando,
esta panda de incapaces
solo para el mal son aptos;
el presente es una birria
que en nada se está quedando
y el futuro, una amenaza
de la que no nos libramos
pues la........
© Periodista Digital
