Romance del danzad, malditos
Las modas, pues que son modas
a cambiar están sujetas;
unas veces, a mejor,
otras, de mala manera,
pero no hay una que dure
pues todas son pasajeras
por su propia condición
que, si no, modas no fueran.
Si el baile consideramos,
un buen ejemplo nos muestra:
en último siglo y medio
un ritmo a otro suceda
pero con una constante,
su continua decadencia.
Allá por el diecinueve,
primera vuelta de tuerca
pues en los ricos salones
un nuevo tiempo comienza;
el baile ya no es coral
que ahora son las parejas
las que se abrazan al ritmo
del vals, natural de Viena,
nueva y hermosa aventura
las clases altas alegran
y poco a poco la adoptan
en todo tipo de fiestas
los pobres, a imitación
cómo no, de la nobleza.
El tango, poco después,
Gardel, figura........
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