Los proyectos y liderazgos políticos enmarcados en lo que conoce como la nueva derecha global no tienen ni la vocación, ni la capacidad para construir un país. Me refiero a esa derecha radicalizada que busca imponer su moral, que no sabe más que repetir que todos los problemas son por responsabilidad de los caviares, de los progres y de lo woke.

Están muy confiados porque hay una tendencia mundial de electores que han puesto a líderes en el poder como Milei, Trump, y porque aquí han cosechado cierto poder en el parlamento, algunos puestos claves en su alianza con el Gobierno, y un aparato en redes sociales desde el que atacan a las ONG, a los migrantes, a las minorías e incluso a la libertad de empresas comprometidas con enfoques de género y diversidad.

Disimulan muy bien su falta de propuestas para resolver los problemas que realmente repercuten en la ciudadanía como la inseguridad. Por ejemplo, hemos visto al congresista conservador José Cueto, uno de 16, más........

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