Morir un poco
Cada tanto, algo en nosotros muere sin hacer ruido. Esas muertes pequeñas, casi imperceptibles, que marcan el final de una versión de uno mismo. A veces muere la paciencia. A veces el entusiasmo. A veces, felizmente, muere también la arrogancia. Como los cambios de piel, seguimos camino.
Morir es parte de vivir. No todas esas muertes son negativas. Muchas son necesarias. Umbrales. Cambios de rumbo. Hay cosas que se caen porque ya no podemos sostenerlas, y otras que deberíamos soltar antes de que se pudran dentro. Si bien entendemos que para que algo renazca, algo tiene que morir primero, rara vez estamos dispuestos a hacer el duelo. Cargamos cadáveres........
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