La (in)justicia
Hay algo profundamente inquietante cuando la justicia, que debería ser un escudo frente al abuso, se convierte en su cómplice. Cuando deja de buscar verdad y empieza a infligir castigo por inercia. La justicia no solo se define por sus normas, sino por la humanidad con la que se aplica. En su nombre se puede reparar, pero también se puede humillar. Se puede equilibrar una sociedad, o terminar de quebrarla.
Eso es lo que más debería preocuparnos: que en su deformación más peligrosa, la justicia pierda el alma. Porque cuando eso ocurre, no solo daña a quien juzga, sino a la sociedad........
© Perú21
