La gran cosecha del Vivero de las Máscaras
Cada cierto tiempo, en los meses en que el sol se encarga de desteñir banderas y promesas, despierta el Vivero de las Máscaras. No importa cuánto desgaste arrastren las raíces ni cuántas estaciones haya resistido cada máscara; basta con que florezcan a tiempo para la temporada.
A primera vista, parece agitarse como si la vida brotara de nuevo. De sus tallos emergen rostros brillantes, otros gastados, algunos remendados con prisa. Sonríen con urgencia. Las hojas murmuran las palabras de siempre, como si fuesen nuevas y propias. Brotan con la apariencia de lo recién dicho, aunque floten en el aire como polen viejo. Las........
© Perú21
