El eco de una bala
Un disparo mortal en medio de un auditorio universitario detuvo la voz de Charlie Kirk y dejó flotando un silencio denso, cargado de miedo y desconcierto.
Ese silencio avanza por los pasillos de la universidad. Se pega a las paredes como un recordatorio incómodo. Se desliza por las calles, alcanza los rincones de un país entero y cruza fronteras. Llega a otros países como una sombra que insinúa un peligro mayor, la tentación de creer que opinar puede convertirse en un peligro. Se une al eco de otros crímenes, como los que apagaron las voces de Uribe en Colombia o Villavicencio en Ecuador, y de........
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