Lección para los fraudistas
Ahora que los fraudistas están en el poder, sí, aquellos que denunciaban fraude en las últimas elecciones presidenciales y se fueron hasta Washington para presentar su queja a la OEA y nunca les abrieron las puertas, deberían preocuparse porque eso es delito: arremeter contra la democracia rechazando la decisión del soberano que se manifiesta libremente en un proceso electoral que, inclusive, fue supervisado por prestigiosos veedores internacionales, por supuesto que es delito, más si nunca presentaron una sola prueba del “dichoso” fraude.
Ayer, la Primera Sala Suprema de Brasil sentenció al expresidente Jair Bolsonaro por tramar un........
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