La inauguración del nuevo aeropuerto Jorge Chávez debería ser motivo de fiesta y algarabía, porque significa progreso, desarrollo y modernidad, que evidentemente redundaría en un mejor servicio a los pasajeros y sobre todo a los turistas que visitan nuestro país.

Pero, lamentablemente, la improvisación y la descoordinación entre el Estado y la empresa concesionaria hace que esta fecha memorable termine en incertidumbre. Un proyecto que debería ser el concurso de esfuerzos para tener uno de los mejores aeropuertos de la región, con un servicio de calidad a los pasajeros y no el problema y la........

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