Intentando ver más allá de nuestras narices
Luchar contra la delincuencia requiere indefectiblemente que la Policía, la Fiscalía, el Poder Judicial y el INPE, que depende del Ministerio de Justicia, estén dispuestos a coordinar. La voluntad de coordinar no es condición suficiente, pero sí indispensable.
Aumentar las penas no sirve de nada porque el problema es la impunidad, es decir la bajísima probabilidad de que el delincuente sea capturado, juzgado, condenado y cumpla la pena completa. Las penas no son bajas, pero solo se aplican en muy pocos casos, lo que transmite a los delincuentes que tienen probabilidad de salirse con la suya. Es la eficacia conjunta de todas estas instituciones la que se necesita mejorar.
Frente al crimen organizado, los fiscales y jueces requieren protección porque no hay que ser adivino para anticipar que van a recibir amenazas e intentos de soborno. Se ha conocido varios casos que han sido materia de escándalo, y por regla de tres simple, es probable que eso sea solo la punta del iceberg.
Las economías ilegales y la delincuencia vienen en combo. La minería ilegal, el narcotráfico, la trata de personas, etcétera, vienen con sicarios que,........
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