José trabaja en una empresa de las grandes, tenía buen sueldo, pudo organizar su futuro, ordenó gastos para poner a sus hijos en el colegio soñado, compró su departamento con hipoteca y sus gastos de salud estaban cubiertos por el seguro. Digamos que a José le iba bien. El éxito de la empresa se debía a su gerente. Convencía a los accionistas para reinvertir la mayor parte de las utilidades, influía en el directorio para renovar equipos y conquistar nuevos mercados y, por su liderazgo, todos los trabajadores estaban orgullosos de trabajar con él. Hasta que un día lo cambiaron y pusieron a otro gerente, luego a otro y luego a otro. Cada nuevo gerente tenía el mismo currículo brillante, pero ninguno tuvo las habilidades del primero. Con el tiempo, los accionistas empezaron a retirar sus ganancias, los directores dejaron de hacer planes de inversión y los trabajadores ya no se sentían motivados. Ahora, la empresa se ha deteriorado; a José le han reducido el sueldo y teme perder el empleo.

El José de esta historia somos el Perú entero. El sueldo del que........

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