Crónicas Pineras: Bibijagua de arenas negras
Yo tendría como cuatro años y él quince o dieciséis. Tal vez ese día yo había salido temprano del Llorca, mi círculo infantil. O quizás me había quedado en la casa convaleciente de algún catarro malo, aunque en aquel tiempo no suspendían a los niños por mocos, entonces no sé. Nadie se acuerda de ese día. Solo yo.
Recuerdo que no me sabía poner bien la trusa y pasé tremendo trabajo. Metí los pies por donde se meten los brazos y mi hermano me tuvo que enjaminar aquel desastre. Recuerdo que Sandor me llevó por una callecita de Gerona en el caballo de la bicicleta. En la playa había un puentecito de madera y la arena era blanquísima, como si fuera harina para hacer pasteles. El agua era transparente y las jaibas caminaban en el fondo dejando rayas que se entrecruzaban formando figuras a las que yo les encontraba una lógica.
Esa es la única playa que recuerdo de la Isla de la Juventud, a la que me llevó mi hermano sin permiso de los grandes.
Yo quería ir a esa misma playita, El Pescador, parece que era, según mi recuerdo y lo que la gente me dice. Pero mi madre y mi hermano y todos me dijeron que fuera a Bibijagua, mejor que a cualquier otra playa de la Isla.
Me dijeron que buscara dentro de mi memoria, que seguro encontraba alguna imagen, aunque fuera borrosa, de los dedos de mis pies haciendo huequitos en la arena negrísima de la playa.
Bibijagua fue, entonces, la primera playa de la lista, aunque yo no tenía ningún recuerdo de ella. Llegamos a las seis de la mañana, en la motico eléctrica de Danielito, el primo de nuestra amiga Mary. Él se esmeró en hacer realidad todos los caprichos de la memoria y nos llevó a cuanto sitio lejano o cercano hubiera en la Isla y le alcanzara la carga de la batería.
Llegar de noche a Bibijagua no era precisamente un capricho, sino más........





















Toi Staff
Gideon Levy
Tarik Cyril Amar
Stefano Lusa
Mort Laitner
Robert Sarner
Mark Travers Ph.d
Andrew Silow-Carroll
Constantin Von Hoffmeister
Ellen Ginsberg Simon