Morir por vergüenza, pudor e ignorancia
En noviembre de 2022, tras una visita rutinaria a mi médica de cabecera, escuché por primera vez en mi vida el acrónimo “PSA”, y que posteriormente supe que era el “Antígeno Prostático Específico”, una proteína producida por la próstata que se puede medir en la sangre y que sirve, entre otras cosas, para detectar el cáncer de próstata.
También supe que la PSA Normal es de 10 ng/mL., la probabilidad de cáncer de próstata es superior al 50% y si la PSA es de 15, ya se considera un nivel muy elevado y sugiere una alta probabilidad de cáncer de próstata.
El resultado de mi análisis fue bastante concluyente tenía una PSA de 15, algo que en mi posterior visita al urólogo se confirmó y así empezaron todas las pruebas para determinar, poco antes de Navidad, que padecía cáncer de próstata metastásico en estadio IV, eso significaba que el cáncer se había diseminado desde la próstata a otras partes del cuerpo. Es la forma más avanzada de la enfermedad y, aunque no suele ser curable, sí es tratable para controlar la enfermedad y mejorar la calidad de vida del paciente.
Llevo dos largos años de tratamiento, aún me queda otro más para empezar una fase de vigilancia y control sin........
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