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La complejidad de lo cotidiano

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Fetiches ordinarios

Luigi Amara

Random House

Ciudad de México, 2025, 320 pp.

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No es Luigi Amara un fetichista ordinario. Sus fetiches, como sus fijaciones, sus amuletos, sus caprichos, las imágenes que pueblan su poesía, los tanteos que habitan sus ensayos, son la materia de este libro, que encarna un viaje de ida y vuelta por su universo literario. Abre Fetiches ordinarios un preámbulo en el que Amara recuerda el consabido ensayo de Virginia Woolf titulado “Rondar las calles”. En él, la autora decide vagar sin rumbo por la ciudad de Londres en busca de un lápiz, algo que culmina en “el desfase del yo”, el abandono del mundo conocido y el enfrentamiento con el mundo exterior y los objetos que lo conforman. Tras esto, Amara explica que, en este libro, busca trazar un camino inverso al de Woolf: “en vez de salir a la intemperie en pos de lo desconocido, he querido que la polilla de la atención revolotee alrededor de los objetos comunes”.

El caso de Luigi Amara (Ciudad de México, 1971) es singular por muchos motivos: primero, porque el autor persiste en sus obsesiones, pero no las transforma –como suele suceder muy a menudo– en variaciones incesantes del mismo tema: ya convertidas en señas de identidad, orbita en torno a ellas, las examina, vuelve sobre sus pasos, las mira con asombro y perplejidad, y al final las desafía. Segundo, porque a lo largo de los años, y pese a las tendencias y modas editoriales, ha sabido mantenerse fiel a sí mismo: con humor, con perspicacia, con ese carácter libresco que tanto lo define, con esa metódica capacidad de observación, Amara ha construido una obra que es a la vez ligera y erudita, amenay penetrante. En una maniobra sutil pero brutal, rehúye de lo light mientras acerca al lector a un territorio familiar, un territorio donde la complejidad de lo cotidiano encuentra su feliz habitación. Tercero, porque a Amara le interesa lo infraordinario, lo mundano, pero también,........

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