AMLO, Roosevelt y las bases republicanas
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“Si yo trabajara en una fábrica, lo primero que haría sería afiliarme a un sindicato” dijo una vez Franklin D. Roosevelt con su acento de patricio neoyorquino. La frase aparece en un cartel del viejo Congreso de Organizaciones Industriales (CIO por sus siglas en inglés), la central sindical militante de los años treinta, que adorna uno de los pasillos en las oficinas donde trabajo. Sobre la presidencia de Franklin Roosevelt y el New Deal hay montañas de libros escritos y muchísimas interpretaciones diferentes. El movimiento sindical estadounidense mantiene la memoria de una administración comprometida con la protección de los derechos laborales, sobre todo los de sindicalización y contratación colectiva. El Acta Nacional de Relaciones Laborales (“Acta Wagner”, en honor a su impulsor, el Senador Robert Wagner) de 1935 fue la primera pieza de legislación federal en Estados Unidos en garantizar un mínimo de derechos que ya tenían 18 años plasmados en la Constitución Mexicana y cuatro en nuestra Ley Federal del Trabajo.
Para Andrés Manuel López Obrador, lo que mejor representa la gestión del segundo de los Roosevelt, “el mejor presidente que ha tenido Estados Unidos”, fue el combate al desempleo y el impulso a la reactivación económica mediante el reclutamiento masivo de trabajadores desocupados en las grandes obras de infraestructura de la época. Ese es el modelo económico que el ya candidato presidencial para 2018, propone para México, según se expone en este © Letras Libres
