¡Pasan cosas buenas!
A Joan, su entrenador de fútbol favorito, el más especial, le dijo que tenía el talento de un jugador de primera división y la disciplina de un alcohólico desempleado de ciento treinta kilos de peso. Escondido, escuchó cómo a su papá le dijo que el muchacho podría llegar a ser profesional, pero sin disciplina no jugaría ni con aficionados. Joan no pudo demostrarle lo contrario.
“-¿Tengo talento, papá? -pregunta el niño.
-¡Por supuesto que tienes talento! Tienes todo el talento del mundo.
-¿Puedo ser jugador de béisbol?
-Puedes ser cualquier cosa que quieras ser. Recuerda que lo más triste en la vida es desperdiciar el talento. Puedes tener todo el talento del mundo, pero si no haces lo correcto, entonces no pasa........
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