En días pasados visitaron las instalaciones de Birmex en la ciudad de México los representantes del gigante biotecnológico de Serum Institute of India, que fundó y encabeza Cyrus S. Poonawalla, presuntamente para explorar posibles convenios de producción y distribución de vacunas con Birmex, ahora a cargo de Carlos Ulloa… es decir, coinversión y/o asociación. Una oportunidad que pocas veces se presenta a laboratorios de países con que México tiene tratados comerciales y menos a “corruptos y malvados” laboratorios nacionales que pasan las de Caín por falta de pagos del gobierno y licitaciones declaradas desiertas.

Obviamente que el ofrecimiento de Serum Instituto —que dirige Adar C. Poonawalla— suena increíble para un sector público mexicano de salud que, a cargo de David Kershenobich, no ha logrado ni de lejos resolver los problemas de desabasto y de equipamiento de clínicas y hospitales públicos, ni lograr un mejor y más transparente sistema de adquisiciones… y quién sabe cómo quedará la distribución de última milla. Pero con la irrupción de laboratorios de esa magnitud, bien puede ir borrando Altagracia Gómez de la lista de “proyectos de integración nacional” del Plan México al sector farmacéutico.

Sin embargo, no es la primera vez que en este régimen se presentan “soluciones milagrosas” provenientes de otros lares del mundo mundial; con Andrés Manuel López Obrador se contrató —luego del desastre........

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