Se cambia para que nada cambie
La rumorología sobre la remodelación del gobierno es marca de la casa del sanchismo. En general, el cambio es la respuesta a un episodio que requiere la rendición de cuentas inherente al sistema democrático. Visualiza de cara al ciudadano que el presidente de turno ha aplicado el mandato de responsabilidad, integridad y dignidad que exige la confianza que otorga el pueblo con sus votos. Hay lecturas e interpretaciones para todos los gustos sobre las implicaciones de abrir una crisis en el ejecutivo y sobre el balance de atender a ese deber en cuanto beneficios y perjuicios que se sitúa en ocasiones en una nebulosa indescifrable. Pero tenemos claro que la depuración de conductas reprochables no puede someterse........
© La Razón
