La integridad moral frente a la falsedad
Los ciudadanos asisten absortos, aunque cada día menos incrédulos y sorprendidos, a la barahúnda provocada por la retahíla de nombres de políticos puestos en la picota por deméritos propios a cuenta de haber falseado su historial académico, en unos casos, y «engordado» con poca o ninguna sutileza, en otros. Casi cada día se descubre la novedad de una nueva identidad que engrosa una lista que abochorna a cualquiera y que en ninguna circunstancia debería ser abordada con paños calientes o infravalorada. Los políticos se preguntan incluso con recelo en demasiadas ocasiones por la desafección de los españoles hacia ellos, la mala opinión global que les merecen los encargados de una labor que, en principio, debería ennoblecer........
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