El relojito que permite dar gracias
Es pequeño, plateado, constante, no falla en su mecanismo. A la hora señalada empieza su rin rin para despertarme; muchas caídas al suelo ha tenido desde la mesita de noche, pues estas torpes manos somnolientas mañaneras al apagarlo a veces lo tiran al suelo y todo lo resiste, sigue señalando horas y minutos; parece un hermoso ruiseñor, cumplidor y alegre.
Le agradezco el despertar porque me hace sentir sensorial, puedo constatar que mis oídos están en acción, son como radares que captan los sonidos y una sonrisa más aparece en mi rostro apenas despertando a la luz. Gracias a él........© La Patria
