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Trino Márquez: El poder sin pudor

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10.07.2025

En la tradición democrática –especialmente a partir de la constitución de los grandes partidos y organizaciones de masas, como los sindicatos y gremios durante la segunda mitad del siglo XIX- los mandatarios suelen tratar de exhibir sus dotes como estadistas, líderes con sólidas relaciones con los ciudadanos y capaces de dialogar, negociar y promover acuerdos entre facciones con diferentes enfoques sobre uno o varios problemas complejos. Entienden la política como el arte de gobernar. De conducir a una nación por un camino previamente trazado y compartido por amplios sectores de la población. El énfasis de la actividad de los líderes se coloca en la construcción de consensos. La coerción se considera en algunos casos inevitable, tratan de reducir su perfil y su impacto. El símbolo del buen gobernante reside en mostrar sus atributos para liderar masas y partidos en medio de ambientes complicados.

Este modelo de liderazgo está tendiendo a modificarse en países que todavía conservan rituales democráticos, como convocar elecciones periódicas para elegir al Presidente o Jefe de Gobierno y a los parlamentos u órganos legislativos. Donald Trump, Benjamín Netanyahu y Nayib Bukele representan ejemplos de gobernantes que se recrean con placer sádico anunciando medidas represivas contra sus enemigos y con........

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