Transición con Constitución: dos carriles para reconstruir a Venezuela, por Rafael Veloz García
La palabra “transición” no es un eslogan ni una ilusión. Es una tarea concreta, con tiempos, responsables y controles. Venezuela se encuentra en una coyuntura político-social que obliga a distinguir entre dos carriles complementarios. El primero, el carril institucional. Se trata de la recomposición con la urgencia que necesita la nación, de poderes públicos para restablecer la legitimidad y el Estado de derecho. El segundo, el carril de la gestión, que hemos trabajado desde hace años y está titulado como “Venezuela Tierra de Gracia”: un programa de gobierno enfocado en atender la emergencia y relanzar el país con base en sus capacidades productivas y su talento humano.
Ambos carriles se sostienen en la Supremacía Constitucional: la Constitución es “norma suprema y fundamento del ordenamiento jurídico” (art. 7), y fija fines esenciales del Estado —defensa y desarrollo de la persona, dignidad humana, ejercicio democrático de la voluntad popular, construcción de una sociedad justa y amante de la paz, promoción de la prosperidad y el bienestar— (art. 3). Nada de esto ha guiado la gestión de los últimos 25 años. Por el contrario, los poderes públicos fueron penetrados y deformados para conservar el poder y sostener un sistema de narcodictadura. La transición que proponemos es orgánica: volver a la Constitución con eficacia real, reparando las instituciones y, desde allí, ejecutar políticas para mejorar la vida cotidiana.
1. Punto de partida: legalidad, verdad y unidad.
Desde el 28 de julio de 2024 el país........
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