Oppenheimer: ¡No me quiera tanto compadre!, por Orlando Viera-Blanco
El reciente enfoque de Oppenheimer en su artículo “¿Traicionó Trump a la oposición Venezolana?”, parece más dirigido a levantar polémica que un análisis realista. Una visión reduccionista que parece pasar por el argumento falaz, que cualquier solución de Venezuela pasa por la Casa Blanca. No acostumbro anclarme públicamente en opiniones de otros autores. Se corre el riesgo de avivar la polémica y perder el sentido de lo que demanda un análisis moderado. Pero de cara a las expectativas que se han sembrado en torno a Trump II, y visto el ingrediente sensacionalista del ensayo in comento, me siento en la obligación de asumir el riesgo. Además es un tema nuestro.
Trump le clavó un puñal en la espalda a la oposición venezolana.
Oppenheimer con una narrativa un poco “novelada”, cabalga sobre la causa venezolana vis a vis, con la gestión del nuevo inquilino de Pennsylvania Ave., como si fuese un hecho dado y firmado, que el Presidente Trump ofreció sacar a Maduro a troche y moche. Nunca planteó un compromiso real de intervención militar siendo la llegada de Biden una continuación de su política de presión y aislamiento (salvo improductivas concesiones). Lo prometido [por Trump] fue defender sus fronteras, deportar organizaciones criminales, proteger a sus connacionales y desconocer a Maduro [que así lo ha hecho]. ¿Traicionó Trump a la oposición de Venezuela? Mal puede alguien traicionar a otro, cuando no media una causa o compromiso incumplido, desviado o roto. Como veremos más adelante, “la visita” a Maduro, no fue un acto de cortesía, ni diplomático ni de reconocimiento. Fue un emplazamiento sin condiciones.
Deseo abrir un paréntesis. No soy militante norteamericano. No vivo en EEUU ni profeso ideológicamente ninguna tendencia. Nuestra experiencia y protología política [formación ciudadana y profesional] se hizo en un caldo de cultivo social, cultural y humano, que me impide generar estrictos sistemas identitarios. No tengo otra preferencia o motivación política, que defender la causa venezolana, esto es, nuestra dignidad, nuestra libertad y nuestro derecho a ser felices y volver a casa. Por lo tanto nuestro análisis no viene acompañado de rasgaduras ideológicas, animadversión o preferencias personalísimas.
Expresa Oppenheimer: “Hay que decirlo sin vueltas: el presidente Donald Trump le clavó un puñal en la espalda a la oposición venezolana al revocar las protecciones de deportación para más de 504,000 exiliados venezolanos en EEUU e iniciar conversaciones con Nicolás Maduro”.
Esta aseveración estimado Andrés [disculpa la confianza], viene cargada de lo que denominamos los abogados un silogismo bárbara, es decir, a modo de non sequitor o silogismo de cuatro patas [quaternio terminorum]. Ud. llega a una conclusión falsa o sofisma. Algo así como: Toda revocatoria del TPS es traición, Trump revocó el TPS, luego Trump es un traidor. La premisa mayor es falaz por lo que la conclusión es errónea. Trump no ha revocado las protecciones de deportación a los venezolanos y de haberlo hecho [que no lo hizo], tampoco conduce a puñaladas en la espalda. Las medidas de Protección Temporal dictadas bajo la administración Biden en el año 2021 y 2023, con fechas de corte [expiración], septiembre 2025 y abril 2025, respectivamente, fueron extendidas por el anterior Jefe del Departamento de Homeland Security [DHS], Señor Alejando Mayorkas, el pasado 10E-2025, antes de terminar el mandato del Presidente Biden. Justo señalar que el primero en decretar TPS para nuestra comunidad fue Trump I.
La extensión por 18 meses dictada por Mayorkas no se hizo dentro del rango de 60 días anteriores al vencimiento del lapso que dispone La Ley de Estatus de Protección Temporal [TPS/INA-Immigration and Nationality Act], es decir, a........
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