Miguel Méndez Fabbiani: ¿Una operación militar multinacional puede rescatar a Venezuela?
En el vasto teatro de la historia contemporánea, uno de los más nefastos capítulos de la nación venezolana no ha sido otro que el surgimiento y la consolidación del chavismo, un régimen narco-terrorista que, bajo el disfraz de una revolución popular y una utopía socialista, ha llevado a Venezuela a las profundidades de la ruina, la miseria y la humillación.
Este proceso, orquestado meticulosamente por las élites comunistas que controlan la isla de Cuba, ha sido más que una mera catástrofe política y económica; ha sido, sin lugar a dudas, una guerra híbrida sin parangón, un asedio complejo y multifacético que no ha dejado piedra sobre piedra en la estructura nacional venezolana. Es un hecho incontrovertible que el chavismo no solo ha implosionado la estabilidad económica de Venezuela, sino que ha trastocado las bases mismas del país, dejando a la nación en un estado de postración casi irreversible. En su afán de consolidar el poder, el régimen ha orquestado la destrucción sistemática de la economía nacional, que alguna vez fue una de las más prósperas de América Latina.
La industria petrolera, columna vertebral de la economía venezolana, ha sido objeto de un desmantelamiento premeditado y calculado. El capitalismo petrolero, esa fuerza motriz que durante más de un siglo mantuvo a Venezuela en la senda del progreso, ha sido alevosamente destruido por la ineptitud y la corrupción rampantes. Las refinerías, antaño joyas de la ingeniería moderna, se han convertido en ruinas vacías, saqueadas y desmanteladas, mientras la producción de crudo se desplomaba a cifras históricas, haciendo que el país perdiera su lugar como uno de los mayores exportadores de petróleo del mundo.
La industria, en general, ha sido aniquilada por un cúmulo de medidas absurdas, desde la expropiación masiva de empresas hasta la imposición de controles que asfixian la iniciativa privada. La agricultura, otrora un motor vital para el país, fue arrasada con políticas que no solo desincentivaron la producción nacional, sino que empujaron a los agricultores a abandonar la tierra en busca de una supervivencia cada vez más imposible. En las zonas rurales, la miseria se apoderó de los campos, mientras las........
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