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José Gato Briceño: Silenciada en Monagas

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06.07.2025

Por momentos se nos olvida, creo que es un mecanismo de defensa de nuestra mente, que los causantes de esta desgracia que sucede en Venezuela, los degenerados herederos del traidor mayor, hoy felizmente difunto, no descansan, su cometido principal es la infelicidad del venezolano, nos detestan, no pueden soportar que estemos tranquilos ni un segundo desde el día que llegaron al poder , al olvidarnos nuestro instinto de seres libres nos hace expresarnos y ¡Zas! nos percatamos de que la tiranía está activa en los ojos de los vecinos que tienen el alma vendida a esos diablos, si, esos vecinos que también pasan roncha, que padecen las vicisitudes del sueño revolucionario, del socialismo del siglo XXI, en el que la escasez de calidad de vida y el retroceso son la orden del dia, pero se sienten con poder, el poder de ser el juez de la comadre, del antes amigo, a cambio de quién sabe, a lo mejor un kilo de harina pan o una palmadita de su camarada el sapo mayor. Denigrante asumir ese rol cuando tus propios hijos no tienen zapatos para ir a la escuela, verdaderamente triste.

Los casos son miles, en cada esquina, en cada barrio, hoy quiero desmenuzar la historia de Merlys Oropeza, una joven venezolana de tan solo 25 años, oriunda de Las Carolinas al oeste de Maturín, estado Monagas, es un escalofriante testimonio de la barbarie del narcorégimen que asfixia a Venezuela. Su “delito” no fue más que la expresión de una opinión, un breve pero contundente mensaje en su estado de WhatsApp: “Hay algunos vecinos que prefieren la bolsa de gorgojos que el futuro de sus hijos”. Una crítica mordaz, sí, pero incuestionablemente amparada por la........

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