Qué tanto le importa al conglomerado narcodelincuente chavista, ser señalado por las peores acciones jamás ejecutadas por un gobierno contra su pueblo, si continúa disfrutando del aprovechamiento ilícito, grosero, de nuestra riqueza, merecedor del título de mayor traidor a una patria, para nada le preocupa ya que sigue destruyéndola sin mostrar el menor indicio de vergüenza.

De cada situación en la que se denuncian las fechorías cometidas se aprovechan para tergiversarlas y colocarlas a “su favor” , manipulando la conciencia colectiva de los venezolanos, quienes no tienen cabeza sino para estar enfocados, robotizados únicamente en lograr el sustento diario. Más de dos décadas de maltrato, de tortura, de tiranía no son suficientes para haber saqueado nuestra patria y haberla cundido de terrorismo entregándola a personas y organizaciones delincuenciales de la peor ralea.

Como su mejor papel es el de malhechor o malandro, son especialistas en inventar historias o narrativas para que al primer tonto que pase por la calle se las crea, esta conducta caracteriza a la caterva de malvivientes que tienen secuestrada a Venezuela quienes comenzaron con una descarada campaña publicitaria para hacerse las víctimas por las sanciones implementadas por el gobierno de Donald Trump. Quieren hacer ver al pueblo que si no existieran esas sanciones, Venezuela sería un paraíso terrenal en prosperidad, esa mentira es más grande que la catedral de la ciudad de Maturín.

No olvidemos estas cuentas importantes: cuando........

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