Fredy Rincón Noriega: Fragilidad democrática durante el trienio 1945-1948
El rechazo hacia Acción Democrática constituye un fenómeno político de larga duración. Su origen se ubica en la compleja coyuntura abierta tras el 18 de octubre de 1945. Ese día, la joven organización respaldó a un grupo de oficiales reformistas en el derrocamiento del gobierno de Isaías Medina Angarita. La alianza se presentó como el punto de partida de un ambicioso proyecto de transformación profunda en las estructuras políticas y económicas de la nación.
Desde el poder, AD y el sector modernizador de las Fuerzas Armadas asumieron el reto de construir un gobierno democrático con amplio respaldo social. Se instauró una Junta Revolucionaria de Gobierno presidida por Rómulo Betancourt. La integraron figuras claves del partido, entre ellas Raúl Leoni, Gonzalo Barrios y Luis Beltrán Prieto Figueroa. Los militares estuvieron representados por el mayor Carlos Delgado Chalbaud y el capitán Mario R. Vargas.
La nueva administración inició su gestión con amplio respaldo popular y un consenso nacional significativo. Ese capital político, forjado en los primeros y esperanzadores momentos de la “Revolución de Octubre”, permitió impulsar un conjunto de iniciativas fundacionales. En el terreno económico, se creó la Corporación Venezolana de Fomento con el ambicioso propósito de financiar e impulsar el despegue industrial del país.
En el ámbito institucional, se nombró una comisión de alto nivel presidida por Andrés Eloy Blanco, poeta y político de amplia trayectoria. Su tarea fue redactar un Estatuto Electoral que garantizara la pureza del sufragio y preparar una nueva Constitución Nacional acorde con el espíritu de la época, destinada a ser sometida a la próxima Asamblea Constituyente.
Paralelamente, desde el Ministerio del Trabajo, bajo la dirección política de Raúl Leoni, se estimuló de manera decisiva la sindicalización de los obreros, incorporando a nuevas masas a la vida ciudadana. Su vocación transformadora se manifestó en la elaboración de un presupuesto educativo sin precedentes. Fue impulsado por el maestro Luis Beltrán Prieto Figueroa y se orientó a la masificación de la enseñanza y a la lucha frontal contra el flagelo del analfabetismo. Entonces se vivía un momento de intensa efervescencia reformista.
Entre el Avance y el Conflicto.
El 27 de octubre de 1946 representó un hito trascendental en la consolidación de la democracia de masas en Venezuela, al llevarse a cabo las primeras elecciones con sufragio universal directo para elegir a los representantes de la Asamblea Nacional Constituyente. En este proceso fundacional participaron cuatro organizaciones políticas: Acción Democrática (AD), que obtuvo un amplio respaldo electoral; el Comité de Organización Político Electoral Independiente (COPEI), fundado el 13 de enero de 1946 bajo el liderazgo de Rafael Caldera y que logró un significativo apoyo, especialmente en la región andina; Unión Republicana Democrática (URD), creada a finales de 1945 y liderada por el carismático Jóvito Villalba; y el Partido Comunista de Venezuela (PCV), estos dos últimos, con resultados marginales en la contienda. El evento marcó el inicio de una nueva etapa en la historia política venezolana, caracterizada por la ampliación de la participación ciudadana y la reconfiguración del panorama político nacional.
Instalada en el Palacio Legislativo en diciembre de ese año, la Constituyente dio legitimidad y legalidad formal a la «Revolución Cívico-Militar del 18 de octubre de 1945». No obstante, la estabilidad del poder ya se venía resintiendo desde 1946, cuando diversos sectores conservadores y religiosos confrontaron a la Junta de Gobierno a propósito del famoso Decreto 321. Lo definieron como un instrumento atentatorio contra el libre ejercicio de la educación privada.
Durante este trienio, unos de los acontecimientos político de mayor relevancia fue la labor desarrollada por los constituyentes. Sus deliberaciones marcaron un momento excepcional. Las sesiones, transmitidas por radio, despertaron un interés nacional inusual y se convirtieron en un espacio de intensa confrontación intelectual.
En los debates parlamentarios se abordaron las grandes demandas políticas de la nación. Varias iniciativas parecían adelantadas a su época. Otras respondían a convicciones filosóficas y doctrinarias, como la discusión sobre incluir el nombre de Dios en la Constitución. También emergieron propuestas destinadas a materializarse muchos años después, entre ellas la elección directa de gobernadores. En apenas un año de actividad, hasta su clausura el 22 de octubre de 1947, la Asamblea evidenció una destacada capacidad de trabajo y un debate político de alto nivel.
Promulgada el 5 de julio de 1947, la nueva Carta Fundamental estableció la elección directa, universal y secreta del Presidente de la República y consagró el derecho al sufragio femenino, inaugurando así uno de los textos constitucionales más avanzados de la América Latina de su tiempo. Sin embargo, la dura oposición crecía al compás del sectarismo de muchos dirigentes y militantes de Acción Democrática, un........





















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