Armando Zuloaga Blanco: General de la Juventud Venezolana
En los anales febriles, sangrientos y polvorientos de la historia venezolana, donde el eco de los sables, el estruendo de los fusiles y las campanas de libertad se confunde con el gemido soterrado de las madres huérfanas de hijos caídos, brilla, como un relámpago zuliano que se extingue demasiado pronto, la figura de Armando Zuloaga Blanco.
Este bachiller de voluntad inquebrantable, hijo de una alta estirpe caraqueña que llevaba en las venas, como una corriente secreta, la obstinada vocación de la dignidad libertaria, fue nieto del ilustrísimo Eduardo Blanco, aquel cronista histórico de epopeyas inmortales, y vástago heráldico de comerciantes honrados y damas de abolengo.
Armando Zuluaga Blanco fue educado en la rigurosa pulcritud del colegio Francés y en la severidad luminosa del liceo Luis Ezpelosín, donde las letras latinas y la historia republicana se mezclaban en su espíritu elevado como el vino y la sangre en un cáliz sagrado de combate efusivo.
Era el año de 1928, y el país, encadenado por la férrea mano de Juan Vicente Gómez, respiraba bajo la tutela de bayonetas andinas que........
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