Embusteros de alcurnia, @ArmandoMartini
Mas que una denuncia literaria, es un reflejo profundo de un desencanto social. ¿Cómo es que una élite ataviada de cambio, convirtió a un país en tragicomedia sostenida por la propaganda tramposa, caos rentable y engaño institucionalizado?
Venezuela, dejó de ser una ideología para convertirse en escenografía política, nada que ver con la realidad de la mayoría. Ya la obediencia no es voluntaria, y tras la humareda discursiva, una casta dirige el colapso con torpeza y suntuosidad. Para el relato se utiliza la mordacidad y socarronería.
Cuando el poder se disfraza, el humor es el lenguaje de la verdad. En Venezuela, tragedia y farsa ya no son géneros opuestos, sino actos de la misma función teatral. Una puesta en escena dirigida por autodenominados revolucionarios que gobiernan con la solemnidad de la nobleza, pero con la eficacia de un tropel descoordinado, inútil e inservible. Han transformado al país en un recinto de impericia, donde cada «obra monumental» es, un monumento al fracaso.
Esta anomalía no se limita a lo político, también es lingüístico. Secuestran palabras vaciándolas de contenido para convertirlas en cascarones propagandísticos. “Patria”, “Pueblo” y........
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