De las cosas bonitas de antes…
Cuando buscamos un rostro, un suceso -o un amor- en un recodo del pasado, aparece un lucero encendido, alto, que revela donde queremos volver, como un espejo invertido reflejando escenarios cariñosos.
Los recuerdos son como pájaros migratorios que esperan el viento bueno para retornar y trinar su nostalgia, para tejer su nido en la memoria, volar con sus alas a otro tiempo, y a otro lugar, y posarse en la ventana del alma.
Lo más grato es dejarlos........
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