Horas amables
Una mujer mira el reloj en la oficina.
A veces, para que se acelere el tiempo, nos aceleramos nosotros. Pero cuanto más nos aceleramos nosotros, más lentos discurren los minutos: se estancan, se detienen y nos obligan a comprobar continuamente si el reloj se ha estropeado o si se ha estropeado el tiempo, porque una de las cosas no va bien. ¿Se puede averiar el tiempo como se averían el frigorífico o el lavavajillas? ¿Cómo es de largo (o de corto) el último minuto de un condenado a muerte? La relación con el tiempo se parece un poco a la que mantenemos con los cigarrillos: se........
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