IA y libros
Calles anegadas en Cartagena. / Iván Urquízar
MÁS PREVISIÓN. Hablo con un familiar que vive en las afueras de Cartagena: «Aquí está lloviendo toda la mañana, a ratos con más o menos intensidad. Mi hija no ha ido a trabajar porque hoy han cerrado el establecimiento donde ella tiene su curro. El jefe ha dicho que se queden todos los empleados en sus casas».
DESCONFIADO. Un hombre habla con otros dos, cerca de la puerta de mi casa: «Ojalá lo de Gaza sea verdad, y digo esto porque no me fío ni de los israelíes, ni de los de Hamás, ni de Tump».
NUEVAS FóRMULAS. Estoy con alguien que va a trabajar en ese momento con la Inteligencia Artificial. Le traslada la foto de un documento oficial, le pide que lo estudie y compruebe que los datos que maneja son exactos. Le responde. Continúa solicitándole referencias sobre el documento y recibiendo sus respuestas. En algún momento él le dice que no está de acuerdo y la IA corrige y casi se disculpa. Por último, le pide que traduzca el escrito al inglés porque lo necesita en ese idioma, y lo hace. Lo lee y considera que debe utilizarse un lenguaje más técnico y así se le escribe a la IA, que lo lleva a cabo y queda perfecto. «Aunque hay que estar muy........
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