El síndrome Gallardón
No debe haber en Madrid ningún bache que rellenar, ninguna papelera rebosante que vaciar, ninguna obra en curso que inspeccionar, ninguna caca de perro que retirar de la acera, ningún atasco de tráfico que regular, o una farola fundida. Se aburre el alcalde, José Luis Martínez-Almeida, con los deberes hechos. Va tan sobrado de tiempo y energías, y eso que es padre primerizo, que se mete en un jardín. No para podar los setos y repintar los columpios como sería su obligación, sino por echar el rato. Sin ninguna necesidad, pues goza de mayoría absoluta, ha votado una moción chiripitifláutica de Vox tendente a informar a las mujeres que se plantean abortar de que si lo hacen pueden sufrir un síndrome que la ciencia no reconoce. Ya le estarán aplaudiendo los ultracatólicos de sus amores y Donald Trump, el enemigo de los paracetamoles. Me pregunto a quién piensa enviar el alcalde a........
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