Emociones y menú del día
Gonzalo Suárez. / josé luis roca
Lunes. La semana comienza fuerte. No son ni las ocho y ya estoy en la azotea del Málaga Palace para moderar un coloquio. Café cortado en vena. El café de hotel tiene mala prensa pero peor es para alguien de la prensa no tomar café. La vista es impresionante y en efecto impresiona. Se ven dos buques de guerra en el puerto y uno de ellos está a punto de zarpar. Zarpa. Se ven marineritos en cubierta y pienso en qué pensarán, dónde irán, cuánto tiempo estarán alejados de sus familias. Va llegando gente. A la azotea, no al barco. Comienza el acto y todo va desarrollándose con civilidad y ceremonia, con mucha gente escuchando el diálogo. Mientras voy inquiriendo a los invitados al coloquio y las palabras van fluyendo, reflexiono para mis adentros sobre el poder de la pregunta. Un gran arma del periodismo. Pero no reflexiono mucho no se me vaya a ir el hilo y el santo al cielo con tanto pensar y tan buenas vistas. El día aún será largo en afanes, obligaciones y deberes. Comienzan las........
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