Tierras y personas raras y ciencia ficción
Philip K. Dick es un autor norteamericano de ciencia ficción al que cada generación reivindica como referente del género antes y, sobre todo, después de que Ridley Scott adaptase al cine su novela ‘¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?’ (1968). Con no pocas diferencias respecto a la historia original, llegó a las pantallas transformada en ‘Blade Runner’ (1982), considerada un hito del género cuatro décadas después de su estreno, sin ningún complejo ante 2001, una odisea del espacio (1968), de Stanley Kubrick.
La ciencia ficción toma como base la distopía, la puesta en escena de una sociedad futura ficticia a la que la RAE otorga «características negativas causantes de la alienación humana». Su opuesto es la utopía.
Imaginemos esta historia: un pequeño territorio de un planeta imaginario, en guerra con su vecino, dispone del 5% de las tierras raras de dicho planeta. El subsuelo de esas tierras contiene minerales y elementos químicos como escandio, lantano, cerio, neodimio, erbio, itrio y otros recursos estratégicamente valiosos por su aplicación en la industria aeroespacial, la fabricación de baterías para vehículos eléctricos, vidrios, turbinas eólicas, láseres, radares, equipos de........
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