La vida tiene su aquel
Tuve la potra de meter la cabeza en un periódico poco antes de iniciar la carrera. No estoy con ello menospreciando los estudios. En absoluto. Es más, recuerdo con veneración las diatribas en Historia del pensamiento político impartida por alguien que se convertiría en alcalde de una urbe de setecientos mil habitantes. Bajo su tutela surgían cruces dialécticos de lo que no era sino el germen de una polarización de la que hoy disfrutamos. Empaparse de ideas contrapuestas es el lujo. Al dire lo metieron en la trena por publicar unos movimientos........
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