Del “mundu patas arriba” por culpa de Trump a la “currución de los Ábalus, Koldus y Cerdanis”: Cudillero rinde cuentas a San Pedro con su irreverente Amuravela
Mariola Riera
Juan Luis Fernández llegó, sermoneó al santo y triunfó. El pixueto (por parte de padre) ofreció este domingo en La Ribera de Cudillero, al pie del anfiteatro y entre una multitud de asistentes, su primer sermón a San Pedro, la famosa Amuravela, esos versos mordaces y en pixueto (dialecto de los pescadores de la villa) con los que se hace repaso de todo lo acontecido en el año el día de la fiesta del santo, 29 de junio.
"Si nun sal del todu bian ya lu iremos mijorando", avisó al empezar Fernández a San Pedro, al público pidió paciencia – "igual me quedo un poco en blanco"– y dedicó su puesta de largo a un amigo, el malogrado joven pixueto David Carragal. De cerca lo siguió Cesáreo Marqués. El escribidor y recitador en los últimos 40 años se ha retirado, aunque a medias, pues de su pluma salió la irreverente Amuravela de este 2025 que cantó a todos los presentes su sucesor subido a la tradicional lancha sobordada en la plaza.
L'Amuravela de Cudillero, al detalle
Pasó el examen con éxito. Y sin nervios. Una hora antes de estrenarse rondó Juan Luis Fernández por La Ribera a echar un vistazo a la lancha, la "Silvino Marqués" –en recuerdo del padre, popular calafate, de Cesáreo Marqués–, y a tantear el escenario. Recibió muchos ánimos y sentidos abrazos de su legión de vecinos y amigos que no quisieron faltar en tan importante día. Y por allí se dejó caer también su antecesor. Marqués tenía sitio este año en la tribuna de autoridades, pero quiso quedarse de pie junto a la lancha.
Declaró estar "emocionado" poco antes de su primera fiesta de San Pedro sin recitar la Amuravela en décadas y cuando ésta concluyó no ocultó su orgullo por haber acertado de pleno al elegir sucesor, que se mostró impertérrito y feliz antes, durante y después el sermón. "Es que hay una procesión que va por fuera, la de San Pedro, y la otra que va por dentro...", bromearon alumno y maestro, junto al apuntdor, Fernando López Álvarez, también de estreno en sustitución de Víctor Carbajal.
Con un año tan "intenso" en lo internacional, pero también en lo local, no fue dífícil llenar de contenido los versos del sermón (algo más de 700), por el que desfilaron desde Trump hasta Putin; los inevitables "Ábalus, Koldus y Cerdanis" y su "currución" ("igual pa’l añu que vian cúntuti comu cabarun); y el "Papa Franciscu" con el "nuavu León" y "Angilín, el Cardenal asturianu". Y es que que como apuntó Fernández, San Pedro tuvo este año "bon trabayu, con todu lu que pasóu en Ciudá del Vaticanu".
Como los asuntos marineros tienen prioridad en la Amuravela –"ha de ser la mar lu primeiru que ti cunti cada añu"-, Fernández se puso a ello. Celebró que este año se hayan podido probar "lus urícius, pus la veda pirmitiu garrar más que’el outru añu"; lamentó que el "pulpu nun si dióu bian"; y en cuanto a la caballa, "casi mijor nun falu". Siempre quedará la "mirluza", que la hay todo el año, "ya lu que nus llibra pa asina siguir tirandu". Algo bueno: "La raya entróu comu borra, paez nun damos abastu". Y un aviso del "bunitu": "Manda el tamañu lus barcus, cuantu más grandis, más llonxi puadin salir a pescallus, ¡si lus garran por afuara como van entrar pa diantru!
Y en temas marineros no pudo faltar alusión a la Princesa de Asturias, Lionor en pixueto, embarcada este año en "Elcanu" y a la que los de Cudillero, dijo Juan Luis Fernández, "disiamus una bona travisía, que rigresi sana a puertu".
Repasó l’Amuravela asuntos locales, como la reparación de la rula que "bona falta nus facía" o –y con esto........© La Nueva España
