La casa más soleada de Ventanielles
La casa más soleada de Ventanielles
Qué suerte he tenido al conocer a Chon Rosales (Oviedo, 1960). Andaba buscando quien pasease conmigo por Ventanielles y un amigo me puso en contacto con su hija Iris. Esta, sin preguntar nada, lo vio claro desde el principio: "Con quien tienes que hablar es con mi madre". Y al día siguiente, me la presentó. Qué persona tan fácil es Chon, qué generosa, cómo nos reímos. Hablamos sin filtros. Fuimos a tomar un café y no hubo manera de invitarla. Se preocupó porque yo venía sin almorzar y quiso también pagarme un pincho. Me dio la galletina que acompañaba a su descafeinado. Poco le faltó para subir a su cocina y freirme un par de huevos. "De mi casa nadie marcha con hambre, eso lo saben todos los amigos de mis hijos".
Su historia comienza cuando su madre, María, se mudó desde Montefrío, Granada, a vivir a Asturias mediados los años cincuenta. Lo hizo acompañando a un procurador llamado Juan Alba, para el que trabajaba, que fue destinado en Oviedo. Alba y su esposa tuvieron que ir a casa de María y convencer a su madre de que la dejase marchar, porque resultaba muy necesaria en su © La Nueva España
