Palabras que matan
Para asesinar a un político o a un líder social no basta un sicario. Siempre existen móviles, autores intelectuales, instigadores y determinadores. Lo advirtió el propio Gustavo Petro cuando era opositor: “si alguien crea el ambiente propicio, otro aprieta el gatillo”.
La Constitución ordena que el presidente encarne la unidad de la nación. Sin embargo, Petro ha desobedecido ese mandato: sus trinos y discursos no llaman a la reconciliación, sino que profundizan la grieta y alimentan la polarización. En vez de un jefe de Estado, hemos tenido un agitador incendiario.
El magnicidio del senador y candidato presidencial de la oposición Miguel Uribe........
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