El Papa Francisco y la derecha
Francisco no fue un militante de izquierda, no fue un mamerto. Fue un filósofo y un teólogo de la liberación, un apóstol del auténtico evangelio, el único evangelio, el de los pobres, el de los parias. Los pobres de Yahvé son la Iglesia. Decía: “Prefiero una Iglesia accidentada, herida y manchada por salir a la calle, antes que una Iglesia enferma por el encierro y la comodidad de aferrarse a o las propias seguridades”.
La derecha quiere Iglesias que se limiten a bautizar, a celebrar misas y exige que se hagan ritos perfectos. A la derecha le encanta la liturgia sin alma, sin contenido; la fe sin conversión, no le gustan ni los luchadores por la paz ni los apóstoles de los derechos humanos. No soportan la crítica, la exigencia de conversión, odian la fraternidad, aman la militancia. Maldicen de la reflexión, de la conciencia crítica, mientras promueven más bien la propaganda y la manipulación de la opinión pública.
Por estos días es posible que la derecha lamente........
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