A los ‘madrazos’
Nuestra Constitución ordena que el Presidente de la República simbolice la unidad nacional y garantice los derechos y libertades de todos los colombianos. Hoy, esa premisa yace en ruinas. La institución presidencial, que hasta hace dos años y medio era un baluarte respetado de la democracia, ha sido arrastrada y envilecida de la peor manera.
Cuando Gustavo Petro asumió el poder y dejó entrever un talante que parecía únicamente beligerante, pensamos que se trataría apenas de un estilo áspero de confrontación política y nos preparamos para enfrentarlo argumentativamente. Nos equivocamos. El tiempo demostró que no era un método, sino su naturaleza: el ataque visceral........
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