menu_open Columnists
We use cookies to provide some features and experiences in QOSHE

More information  .  Close

Violencia política

7 15
18.09.2025

El concepto de ‘violencia’ es moralista, impreciso, incoherente y tiende a la hipocresía.

Peter Gelderloos

El asesinato del activista de extrema derecha Charlie Kirk ha reactivado el debate sobre la violencia política en EE. UU. Antes de la detención de su presunto asesino, y pese a no tener pruebas todavía de la autoría del crimen, Donald Trump y referentes de las posiciones más ultras de este espectro político, como Elon Musk, se apresuraron a culpar a la “izquierda radical” de su muerte. Sus afirmaciones tienen un gran impacto porque señalan y estigmatizan a toda la izquierda, reducida al papel de “agitadores” que, según criterio del presidente estadounidense, “hablan mal de nuestro país” y son el problema. Se sientan, así, las bases de una nueva ola de persecución política, alentada por otros personajes del movimiento MAGA como Steve Bannon, que recuerda a los tiempos del macartismo.

Pero no ha sido la izquierda la que ha alimentado el clima de intolerancia respecto de las ideas contrarias que parece reinar en EE. UU. De hecho, la escalada de violencia política que se vive en ese país, y que salpica al resto del mundo, no puede disociarse del crecimiento electoral de distintas fuerzas que representan una plural derecha radical a escala global.

Se trata de partidos políticos, movimientos o referentes de opinión que han conseguido normalizar sus ideas en el debate público a pesar de que destilan odio hacia otros colectivos. Sus discursos justifican la marginación de los diferentes e, incluso, en los casos más extremos, su aniquilación. Enfrente, encontramos a una izquierda inerme que, salvo excepciones, se defiende con métodos pacíficos, pero a la que se acusa de “radical” o, si levanta un poco la voz, de ser responsable asimismo del equidistante término fetiche: la “polarización política”.

El PP traslada el debate a España

La derecha y ultraderecha española –valga el pleonasmo– se ha sumado al discurso de sus referentes estadounidenses. En un desafortunado tuit, el secretario general del Partido Popular (PP), Miguel Tellado, pretendía abrir un debate sobre la responsabilidad de la izquierda en la violencia política con las siguientes preguntas: “¿Qué pasaría en........

© La Marea