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Represión digital suave

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sunday

Vigilancia y control digital

Las corporaciones digitales, en cooperación con los principales estados, monitorean los movimientos de las personas a través de dispositivos inteligentes y diversos medios de comunicación. Todas las actividades digitales, incluidas las reuniones cerradas supuestamente seguras, están sujetas a vigilancia y análisis constantes. En la práctica, casi no existe un espacio digital totalmente protegido; Los datos se recopilan sistemáticamente y luego se utilizan para evaluar y clasificar a los individuos y grupos de acuerdo con sus patrones de comportamiento y orientaciones intelectuales y políticas.

Además, la vigilancia digital se ha convertido en una herramienta central para monitorear las tendencias intelectuales y políticas de los usuarios, lo que permite a las corporaciones y gobiernos rastrearlos y atacarlos a través de campañas de desinformación organizadas o imponer sanciones digitales que limitan y reducen su influencia en la opinión pública. Estas estrategias se aplican de manera sistemática y encubierta contra organizaciones sindicales, grupos de izquierda e instituciones independientes de DDHH y medios de comunicación, todos los cuales enfrentan restricciones cada vez mayores que limitan la difusión de sus ideas en el espacio digital público a través de métodos indirectos y sutiles que son difíciles de detectar. Las corporaciones capitalistas y los grandes estados emplean algoritmos en las redes sociales y los sistemas de IA con precisión y sistematización para restringir el alcance de las publicaciones políticas de izquierda y progresistas, a veces sin recurrir a la eliminación directa.

Estas prácticas hacen que la represión digital sea más compleja, peligrosa e invisible, ya que el bajo compromiso con el contenido progresista parece ser una reacción natural de la audiencia, mientras que en realidad es el resultado de algoritmos prediseñados destinados a reducir su visibilidad. Muchos estudios han documentado fenómenos relacionados, como la «burbuja de filtro» creada por algoritmos para aislar a los usuarios del contenido político que desafía sus puntos de vista, e informes sobre el sesgo algorítmico que favorece el discurso tradicional de derecha sobre el contenido de izquierda. Las filtraciones y los documentos internos de empresas como Facebook revelaron estrategias deliberadas para reducir la visibilidad de ciertos movimientos políticos o de DDHH limitando su alcance o desactivando las notificaciones, todo ello manteniendo una fachada de neutralidad. Estas políticas crean una falsa impresión entre los activistas de que sus ideas son ineficaces o impopulares, empujando a algunos hacia la autocensura o ajustando su discurso. Ver fuentes: (1,2,3,4,5).

Desempoderamiento digital

El desempoderamiento digital es una herramienta nueva y avanzada de dominación de clase, donde los algoritmos y la IA se utilizan de manera sistemática e imperceptible, a largo plazo y gradualmente, para difundir contenido que fomenta sentimientos de impotencia y resignación, particularmente entre usuarios con orientaciones izquierdistas y progresistas. Este mecanismo amplifica los fracasos y debilidades de los experimentos socialistas y las organizaciones de izquierda, al tiempo que retrata al capitalismo como un sistema eterno e invencible, reforzando así la idea de que el cambio es imposible. Se promueve el individualismo, junto con soluciones personales como el consumo y el autodesarrollo, aislando a los individuos de la acción política colectiva y organizada. Además, los debates dentro de las organizaciones de izquierda se dirigen hacia conflictos marginales y se magnifican, distrayendo esfuerzos y debilitando la capacidad de resistir. Las grandes corporaciones analizan el comportamiento digital para dirigirse a los usuarios y grupos con contenido que genera frustración, haciéndoles sentir que el cambio socialista es imposible o extremadamente difícil. Estas políticas y métodos no son accidentales, sino deliberados, herramientas científicas diseñadas para abortar o debilitar el espíritu de cambio y garantizar la supervivencia del sistema capitalista sin desafíos reales y efectivos.

Arresto digital y asesinato digital

El arresto digital representa una etapa más peligrosa que la vigilancia y el control, ya que va más allá de restringir el alcance del contenido para imponer restricciones arbitrarias a cuentas individuales y grupales, suspenderlas temporalmente por períodos variables o eliminarlas permanentemente, lo que puede considerarse una forma de asesinato digital, sin transparencia, estándares claros o leyes locales o internacionales que defiendan los derechos de los usuarios. Excusas como «violar las normas comunitarias» o «promover la violencia» se utilizan a menudo para silenciar estas voces, a pesar de que el contenido activista documenta con frecuencia los crímenes de los estados y corporaciones capitalistas o las violaciones de los DDHH.

Un ejemplo es la........

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